Fase I:

Liderazgo Médico

 

Hay dos tipos de médicos:

Los que están cómodos con el status quo y los que no. 

Queremos trabajar con los incómodos. Con los que sienten que hay cosas que se pueden y deben cambiar, que hay cosas que se pueden hacer mejor, distinto. 

El cómodo está bien permaneciendo en su zona de confort. 

Los incómodos escriben la historia. 

Antes de que decida aplicar a este curso, es importante que pueda interpretar la siguiente anécdota. 

No en su superficie, sino en la complejidad que encierra:

París, 1816

 

 

 

Respirar.

 

Era lo único que quería René mientras caminaba por la Avenue de Breteuil. 

 

Si bien el clima de verano en París no era la época en la que llegaban los ataques, el incidente que acababa de ocurrir en el Hospital lo tenía bastante agitado. 

 

Cuando se alteraba, la respiración se aceleraba. Cuando se aceleraba la respiración, llegaban los ataques. 

 

Decidió sentarse en la banca del parque.

 

Incluso ahi, el ambiente era caótico: un par de niños jugaban bruscamente amenazándo con golpearse con una rama. 

 

– ¡Permiso, mocosos!. – ¡Y tengan cuidado con ese palo, que se pueden sacar un ojo!- 

 

Los apartó de la banca, y sentándose en ella, quiso recomponer su estado. 

 

Calma….Respira….

 

Era inevitable. Si algo detestaba era la burla. Y era ahora el hazmerreir del momento.

 

Ese tipo de escándalos no deberían pasar en un hospital del talante del Necker. Y menos bajo SU dirección. 

 

Cuando el médico de turno había querido auscultar a la paciente, había tenido todo el cuidado del mundo. 

 

Tal como procedía éticamente hablando, el doctor había puesto un pañuelo de seda en el pecho de la paciente. No obstante, dado su alto grado de obesidad, el doctor no podía oír nada. 

 

La paciente interpretó la elevada presión de la cabeza del médico en su pecho, como una gravísima falta de respeto. 

 

Paso seguido: la cachetada. La gritería. El escándalo. 

 

René, había decidido intervenir en el evento. La mujer estaba descontrolada. Al principio de manera amable, y después ya fuera de casillas, René, haciendo valer su posición de director,  había intentado retirarla del hospital. Pero la mujer, de gran tamaño, le ganaba en fuerza. 

 

Tres personas adicionales fueron necesarias para sacar a la mujer del hospital. 

 

Respira… Calma….

 

Ya se sentía otro ambiente en el parque. 

 

A René le llamó la atención esto y concluyó que se debía fundamentalmente a que los niños estaban ahora más tranquilos.

 

Ya el palo no era una herramienta para amenazar. 

 

Ya en este momento, jugaban a que uno de ellos “rascaba” un extremo, y en el extremo opuesto, el otro oía el efecto. 

 

Y llegó la epifanía. 

 

Respira… Calma!!!

 

Motivado por esta escena, en el año de 1816, René Laëneec creó un cilindro de 30 centímetros de largo para oír el pecho de sus pacientes. 

 

Hoy en día, conocemos a este instrumento como “estetoscopio”, una de las herramientas más usadas en la medicina, que se ha convertido incluso en un símbolo de la medicina moderna. 

 

Pero no todo fue gloria para René en ese momento. 

 

Durante años tuvo que soportar la crítica de la comunidad científica que no lo apoyó. 

 

Tiempo después, René pudo demostrar que su revolucionaria idea, era absurdamente útil para diagnosticar enfermedades pulmonares y patologías cardíacas entre otras cosas.

Ahora veamos…

 

¿Qué es lo importante de esta historia, y qué tiene que ver con TopMed?

Cualquiera es capaz de identificar que toda la historia pasada, tiene todo que ver con TopMed. 

Pero, y lo más importante?

Será la incomodidad de René? Es vital, pero no lo más importante. 

Será el problema o necesidad sin resolver identificada? Es la génesis. Pero tampoco lo es. 

Será la epifanía, ese chispazo inicial? Nop. Tampoco. Ideas geniales tenemos todos, y con frecuencia!. 

Será su posición como director del Hospital Necker? Si bien este cargo le daba la posibilidad de ser oído, tampoco es esto lo que marcó la diferencia. 

Lo más importante de esta historia, (y que solo tocamos tangencialmente en ella, de manera deliberada), fué la testarudez del Dr. Laëneec frente a su invento. 

En un principio, la comunidad científica lo criticó con fuerza. Pero esto no le impidió seguir adelante. 

A veces, el camino del líder es solitario. Y requiere de unas habilidades que se pueden adquirir y aprender. 

Y con frecuencia esta habilidad, absolutamente necesaria para lograr sacar adelante emprendimientos es pasada por alto. (por ello, como en la vida, la evidenciamos tangencialmente en la historia). 

Quiere empezar este camino? Aplique ya a esta fase de Liderazgo Médico. 

Siente miedo o ansiedad? Eso es bueno. 

Lo que no es bueno, es que ese miedo o esa ansiedad lo paralicen.

Respire… Calma…

De ya el primer paso. Aplique.

La transformación comienza aquí

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